Dudo, luego me convencen

Nacimos para dudar de todo. Y ni hablar cuando se trata de cosas que pasan en nuestro país.

Ya no creemos en nada ni en nadie. Todo es mentira. La gripe A, la porcina, la influenza o como se llame es todo un invento de ¿el gobierno? ¿Roche? ¿Bush? ... de quien sea...

O al menos eso circula en cientos de mails que llegan a diario.

Por un lado nos dicen que se está acabando el mundo, la gripe nos va a matar a todos, el apocalipsis está por venir... Nadie salga de su casa, ni viajen en medios de transporte, y ni hablar de ser cariñosos entre nosotros...

Por otro lado, circulan mensajes de todo tipo, diciendo que esto no es más que una gripe cualquiera, que muta todos los años (¿mutantes? qué fea palabra, ni que fueran marcianos!), y que no hay nada que temer porque la tasa de mortalidad es igual o menor a la de siempre... y bla bla bla

Manzur dice una cosa, Cristina dice otra, Mirtha dice pavadas, y los noticieros nos asustan cada vez más con la INFODEMIA.

Entonces... ¿vale dudar? ¿A quién hay que creerle?

Lo único que tenemos los argentinos es: dudas. Muchas dudas. Porque ya no entendemos nada, porque no sabemos qué campana es la que hay que escuchar, porque primero nos convence el fatalista pero un ratito después nos convence el relajado.

Y bueno... no queda otra. Dudemos todos juntos. Así nos ponemos de acuerdo en algo.